domingo, 20 de junio de 2010

HOMENAJE A NUESTRA INSIGNIA PATRIA



Hoy se cumplen 190 años de la muerte de Manuel Belgrano, el político, militar e intelectual que, además de crear la bandera, sentó las bases a partir de sus ideas para la educación popular, la justicia y la producción nacional.
El creador de la bandera a pesar de haber hecho mucho por la historia nacional, murió casi en el olvido.
El historiador Felipe Pigna asegura que “sólo un diario, El Despertador Teofilantrópico, se ocupó de la muerte de Belgrano; para los demás no fue noticia”.
“Es injusto que se lo recuerde vestido de militar y subido a un caballo”, indica Pacho O’Donnell, quien agrega que “Belgrano fue secretario del Consulado, fue un avanzado en muchos aspectos. Sobre la exportación de materias primas que salían del puerto dijo que debían tener un valor agregado. Fue un pionero en sentar bases sobre el rol de la mujer en la sociedad. También fue un intelectual y un militar a la fuerza”.
Belgrano nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770. Estudió en el Colegio de San Carlos y en las Universidades de Salamanca y Valladolid, en España. En 1793 se recibió de abogado y en 1794, ya en Buenos Aires, asumió como primer secretario del Consulado. Desde allí propuso fomentar la educación, capacitar a la gente para que aprenda oficios y pueda aplicarlos en beneficio del país. Creó escuelas de Dibujo, de Matemáticas y Náutica.
Para el historiador y docente de la UNLP, Fernando Barba, “Manuel Belgrano es reconocido por la creación de la bandera y no por sus otras acciones cruciales para la historia”. En diálogo con Hoy, sostuvo que “tuvo ideas de avanzada para la época. Además se sacrificó y de ser abogado pasó a ser un militar que sin conocimientos lideró dos batallas”.
“Es importante que haya creado la bandera, pero más importante a mi criterio es que haya participado en hechos que consolidaron el gobierno revolucionario, como las batallas de Tucumán y Salta”, agregó.
La batalla de Tucumán fue librada el 24 y 25 de septiembre de 1812 en las inmediaciones de San Miguel de Tucumán. En tanto, la batalla de Salta se libró el 20 de febrero de 1813. Ambas fueron lideradas por el prócer. “Esas batallas tuvieron la envergadura de las batallas que libró el general San Martín para la liberación de Chile y Perú”, dijo Barba.
Como premio por los triunfos de Tucumán y Salta, la Asamblea del Año XIII le otorgó 40.000 pesos oro, que Belgrano los destinó a la construcción de escuelas públicas en Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero.
También redactó un reglamento para esas escuelas. El texto establecía que el maestro debía ser bien remunerado por ser su tarea de las más importantes de las que se puedan ejercer. Pero ese dinero fue destinado por el Triunvirato y los gobiernos sucesivos a otras cosas. El prócer murió en la pobreza.
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