El oficialismo trabaja en una nueva Ley de Arrendamiento, que haría eje sobre la diversificación productiva y la consolidación de los pequeños y medianos productores. Desde la Federación Agraria reconocen que este tema les marcará distancia con La Rural y CRA.
La cautela prima entre los funcionarios del Ministerio de Agricultura y los legisladores que integran las comisiones donde se debaten problemáticas rurales. La jugada política no es menor: el oficialismo está a punto de recoger como propias dos de las banderas más legítimas de los pequeños y medianos productores como lo son la regulación de la actividad arrendataria y la limitación de ventas de terrenos a extranjeros.
El pedido de los productores viene de antaño y recién ahora vuelve a encauzarse políticamente. El Plan Estratégico Agropecuario, que trabaja el ministerio que conduce Domínguez, logró retomar discusiones que se habían congelado, como la de estas dos leyes, pero también el debate por una nueva Ley de Semillas y consensos sobre la diversificación de la producción agropecuaria para evitar la concentración sojera.