martes, 21 de septiembre de 2010

LA CTA EN SU LABERINTO

Germán Abdala, Secretario General de ATE Capital y militante peronista, era elegido diputado nacional por el Justicialismo en 1989, abriéndose del partido al poco tiempo para conformar el Grupo de los 8. Como correlato de la situación política, se fundaba la nueva central obrera.
La histórica Marcha Federal de 1994 encontró a la joven central confluyendo con el Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA) de Hugo Moyano, quien se enfrentaba a la cúpula de la CGT, promotora de la reforma laboral menemista.
Ni la militancia política partidaria, ni la unidad de la clase trabajadora, han sido ajenas a la historia de la CTA. La “autonomía”, proclamada como eje de debate en estas elecciones, es el reflejo de la actualidad política de la central, que linda con el infantilismo político, al igual que gran parte de la centro-izquierda.
La CTA parece debatirse entre transitar por los márgenes de la política o volver a posicionarse en el centro de la escena nacional
La CTA parece debatirse entre transitar por los márgenes de la política o volver a posicionarse en el centro de la escena nacional
Ya con Kirchner en el gobierno, gestos como la recordada foto de Claudio Lozano, diputado y economista de la CTA, con López Murphy, entre otros miembros de la oposición, fueron distanciando cada vez más a la línea histórica de la central con el gobierno.
La posición de la línea histórica de la CTA, encabezada por De Gennaro, en el conflicto de las patronales rurales fue un punto sin retorno. Mientras Hugo Yasky, actual Secretario General de la central, junto a Martín Sabatella y Carlos Heller, participaban del acto de Congreso convocado por el gobierno a favor de la Resolución 125, Eduardo Buzzi de la Federación Agraria visitaba la sede nacional de la CTA de calle Piedras.
La clase obrera necesita nuevos marcos teóricos, pero que tiendan a buscar su rol desde la independencia de clase en un contexto como el actual, donde es responsabilidad de los trabajadores defender el proceso latinoamericano y profundizarlo.
clase trabajadora debe pasar a posiciones políticas para profundizar la distribución de la riqueza y avanzar en los cambios programáticos que necesita nuestro país, ante la fortaleza mostrada por las clases dominantes y la derecha para recuperar parte del poder perdido.
En este contexto, la CTA debería estar debatiendo como ponerse a la altura de los desafíos, en vez de buscar el ángulo exacto desde donde pararse ante un gobierno que, a la luz de los hechos, poco parece importarle el futuro de uno de los proyectos sindicales más innovadores del mundo, pero que hoy parece naufragar en un mar de indefiniciones.