lunes, 15 de noviembre de 2010

PLENARIO DE LA MILITANCIA EN LA PLAZA DE LOS DOS CONGRESOS, SE ABRE UN NUEVO ESCENARIO

Por Pablo E. Chacón
El plenario de la militancia bajo siete carpas en la Plaza de los Dos Congresos escondía una sorpresa, que esperó a revelarse al final: la posible candidatura del ex canciller Jorge Taiana a gobernador de la provincia de Buenos Aires, en un espacio convocado por organizaciones y movimientos sociales entre los que se destacó el Movimiento Evita de Emilio Pérsico, que provocó -otra vez- la sorpresa de la reacción, que no esperaba este golpe sorpresa el día de la entrega del premio Clarín de novela, previsiblemente ganado por Guillermo Nielsen.
En una plaza colmada, el senador Daniel Filmus, animado como pocas veces, su compañero Agustín Rossi, que busca pelear el sillón máximo en Santa Fe, cantidad de militantes de movimientos y organizaciones sociales, esperaron el arribo de Jorge Taiana, sobre las siete de la tarde, para anunciar que la troika será la vanguardia que cuidará el legado de Néstor Kirchner y blindará la gestión (y la reelección) de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández.
El retorno a las lides de Taiana era un secreto guardado bajo siete llaves: el que quedó de una pieza habrá sido Mario Oporto, ministro de Educación de Daniel Scioli, cuando escuchó que el ex canciller piensa ir por la gobernación de la provincia más importante del país, menos acompañado por el peronismo clásico y ortodoxo que por el multicolor arco transversal.
Los tres personajes centrales, la ayuda invalorable de Edgardo Depetri, que coreó a los gritos por la unidad de las fuerzas progresistas, transforma la puesta en escena en un sorpresivo andamiaje, calculado hasta en sus sacudones los días previos. Todo lo cual no hubiera sido posible sin el trabajo denodado de miles de militantes para los cuales el proyecto que inauguró Kirchner en 2003 lo excede y lo convierte en un movimiento de masas de envergadura, que nada debe a ese muerto en vida que festejan los grandes diarios pero tampoco al pelele de la prensa a la cual la crítica le es ajena por estructura.
En los tiempos de CFK, las cosas parecen estar cambiando, ahondándose, cierto, pero el barco plantándose cuando hay que plantarse y eligiendo de entre los muchos, los más capaces y trabajadores antes que los sobones y doloridos de ocasión.
Acaso sea un disparate, pero mientras en el Malba una parte importante de la cultura argentina sigue bajando la cabeza ante las órdenes de Héctor Magnetto, esta anarquía debería poder perforar ese caparazón en base a talento, imaginación, audacia y creatividad: de ese humus nacerán mil flores, como quiso Mao, como quería Kirchner, como quiere Cristina Fernández.