domingo, 3 de octubre de 2010

El mensaje es que nadie puede tocar los intereses del Grupo Clarín”

El periodista Víctor Hugo Morales analiza las medidas cautelares que impiden la total aplicación de la ley de comunicación audiovisual. Su mirada sobre la actualidad política y los medios

¿Le sorprenden las sucesivas trabas judiciales que está sufriendo después de su sanción por amplia mayoría en el Congreso?
–Desgraciadamente no. La pelea es contra un monstruo de mil cabezas. Se corta una y aparecen muchas otras que nacen de los propios medios, jueces y políticos de la oposición. Hoy existe casi un ejército de políticos que están al servicio de Clarín, seres que han perdido cualquier rasgo de dignidad. Cada juez corrupto o temeroso actúa en la misma forma. El Grupo Clarín hizo realidad a Hidra, el monstruo de mil cabezas de la mitología griega. Hay que tener paciencia, seguir peleando. Yo creo que la Ley ya posibilitó triunfos muy significativos, como una sociedad cada vez más consciente de cómo funcionan los medios. Hay cosas que ya están en funcionamiento. Lo que va a demorar más es la aplicación del artículo 161, que pone plazos para que las empresas que poseen más señales de las permitidas se desprendan de ellas. En este caso deberemos esperar cómo se expide la Corte Suprema.
–¿Tiene algún pálpito al respecto?
–Es muy paradójico que cuando la Corte falló en contra de las cautelares que frenaban toda la ley inmediatamente aparecieron las voces de siempre preguntándose si este máximo tribunal era verdaderamente independiente. Pero son los mismos que ahora se pavonean dando a entender que la Corte votará seis a uno en contra del artículo 161. A mí me dolería muchísimo que así sea. Al mismo tiempo, no me sorprendería de tres o cuatro miembros de la Corte porque pertenecen a un mundo en el cual están atrapados. Quizás extiendan el plazo para que los grandes grupos se desprendan de las licencias. Con eso seguramente el Grupo Clarín se sentirá victorioso, porque si ganan sus políticos amigos por ahí consiguen dejar el artículo sin efecto para siempre. Esto sería un trago muy amargo.
–¿Cómo caracterizaría los dichos de Hebe de Bonafini sobre la Corte Suprema?
–Muy a su pesar, Hebe abrió una puerta para minimizar la marcha a favor de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y ofreció un flanco débil para los que trabajan a favor del Grupo Clarín. Pero Hebe es Hebe. Una mujer temperamental, de enorme valentía, que no esconde lo que piensa. Lo que da vergüenza es el comportamiento posterior de cierto periodismo, tratando de hacer foco solamente en una parte del discurso de Hebe y tapando todo lo positivo que pasó en esa marcha. Y por último, no olvidemos que Hebe es una víctima a quien le asesinaron y desaparecieron hijos. Por el otro lado, (Héctor) Magnetto y Ernestina Herrera de Noble son supuestos apropiadores de hijos, posiblemente de personas asesinadas.
–El reordenamiento de la grilla de canales de los operadores de cable también fue frenada por medidas cautelares.
–Es terrible. El mensaje es que nadie puede tocar los intereses del Grupo Clarín. Yo creo que si quisieran cambiar de mano la calle donde están las oficinas de Magnetto, también habría una cautelar. TN se apropió hace años del espacio entre los dos canales de aire de mayor rating y es inadmisible. Se trata de otro abuso de la posición dominante del Grupo. Los canales de aire deben estar juntos por un
lado, los de noticias juntos por el otro y así sucesivamente.
–¿En qué aspectos ve que la mirada de los medios modifica la percepción de la realidad?
–En muchos. Creo que estamos viviendo la peor etapa del periodismo y hemos tocado fondo en el comportamiento de muchísimos medios. Como anécdota siempre cuento algo que viví en la ciudad de Laprida. Al dar vueltas por el centro vi cientos de bicicletas. Es uno de sus medios de transporte más queridos y un motivo de orgullo. Todas estaban sin candado. Pero cuando les preguntan cuál es su mayor problema como ciudadanos dicen la inseguridad. Eso es un reflejo inequívoco del discurso de los medios de Buenos Aires.