viernes, 1 de octubre de 2010
EL OBJETIVO ERA ASESINAR AL PRESIDENTE
El automóvil que trasladó al presidente de Ecuador, Rafael Correa, tras el rescate del hospital policial en el que estuvo secuestrado 12 horas, presenta cuatro impactos de fusil, que no provocaron heridas gracias a que se trataba de un vehículo blindado. Tres disparos se verificaron en el capot y uno en el parabrisas, del lado en el que viajaba el mandatario, publicó la agencia de noticias estatal Andes, que cita el testimonio de un miembro de la escolta presidencial.