
Tras el operativo de rescate, el presidente de Ecuador fue recibido por una multitud en la sede de Gobierno. Dijo que entre los sublevados "no todos son policías" y responsabilizó al ex presidente Lucio Gutierrez. Y remarcó: “Jamás aceptamos negociar nada bajo presión. "Este ha sido el día más duro de mi gobierno", declaró a la multitud Correa, tras haber sido liberado. Además, sostuvo que vio "con profunda tristeza como se ha derramado sangre ecuatoriana inútilmente" y reafirmó que fue "secuestrado por un grupo de pseudo policías con muchos infiltrados que solo pensaban en conspirar".
A su vez, agradeció "al pueblo ecuatoriano y a todos los estamentos que me apoyaron" y se comprometió a "no negociar nada" y a "castigar" a los responsables de la sedición. Agradeció también a los mandatarios de Unasur "que se están reuniendo en estos momentos en Buenos Aires".