jueves, 31 de marzo de 2011

Garré remplazó a 36 comisarios porteños investigados por delitos

La ministra busca prevenir las redes delictivas amparadas por miembros de las fuerzas de seguridad. Anunció que la rotación se realizará a menudo. Entre los desplazados hay acusados de “apremios ilegales” y acoso sexual.
La ministra de Seguridad remplazó a 36 jefes de las 53 comisarías porteñas. Fue después de un largo proceso de revisión que llevó unos tres meses y fue consensuado con la nueva cúpula de la Policía Federal. Entre los desplazados hay sospechosos de casos de corrupción, acusados por “apremios ilegales” y acoso sexual, y un número alto de investigados por la justicia. La decisión es un sacudón a la recaudación ilegal de las comisarías y una muestra de que las fuerzas de seguridad deberán asumir una dirección política.
Sólo 17 comisarios conservaron su puesto. Y, entre estos, sólo cinco se mantendrán en la misma seccional: Mario Morales en la 2ª del microcentro, Jorge Durán en la 8ª de Balvanera, Daniel Kelly en la 9ª de Almagro, Ángel Medina de la 24ª de La Boca y Fernando Lucero de la 32ª de Nueva Pompeya y Parque Patricios. Los otros 12 comisarios que se mantienen fueron reasignados a otras seccionales. Los voceros explicaron que los 36 comisarios que fueron desplazados se encuentran por el momento sin destino aunque podrían ser reubicados en otras funciones.
La rotación, aseguraron cerca de Garré, será, de aquí en más, dinámica. La ministra pretende evitar el establecimiento de redes delictivas amparadas por la policía.
La revisión de los legajos fue exhaustiva. La ministra coordinó el trabajo junto al nuevo jefe de la Policía, Enrique Capdevila. Apenas se anunció la purga, varias semanas atrás, empezaron a correr rumores que apuntaban a una renuncia de Capdevila. “Todo fue mentira. Estuvo alentado por policías retirados que quieren conservar el manejo de las cajas”, señaló un funcionario del ministerio.
Los legajos dejaron afuera muchos efectivos. Por sospechas de corrupción, por denuncias de apremios ilegales, de acoso sexual y otros delitos (a veces no probados, pero cuya acusación alcanzó para definir el desplazamiento).
El relevamiento de los comisarios –y el análisis de quiénes estaban capacitados para asumir esa función– incluyó además la construcción de un mapa del delito. Así fue como se definieron muchas de las salidas. Por ejemplo: en una de las seccionales se encontró una estadística sorprendente de robo de autos.
Cuando Garré tenía todos los nombramientos cerrados, una investigación judicial metió la cola. Fueron dos allanamientos ordenados por la jueza María Romilda Servini de Cubría en varios prostíbulos de Recoleta y Flores. Entre la evidencia recolectada se encontraron pruebas concretas de los pagos a la policía. Ahora hay 150 policías investigados.
“El poder político siempre trató estos temas como un procedimiento administrativo, y ahora hay una supervisión del poder político que hace que los perfiles de los comisarios se ajusten a los objetivos de una política de seguridad”, se jactaron cerca de Garré.
Los cambios en la Policía Federal habían comenzado a principio de año, cuando Garré separó a quien entonces ocupaba el cargo de jefe de Asuntos Internos, el comisario general Raúl Timossi. Luego, a principios de marzo, la ministra decidió desplazar al jefe de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana, comisario general Hugo Lompizano, quien tenía a su cargo todas las comisarías de la Capital Federal. Ese desplazamiento se produjo en momentos en que la jueza porteña Wilma López, que investiga el homicidio del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra, había ordenado un análisis de los teléfonos de Lompizano para determinar su actuación en la instrucción del hecho.
Actualmente, el director de comisarías sigue siendo el comisario mayor Hugo Giacardi, quien ya había sido designado en el puesto a pocos días de asumir el nuevo jefe de la Policía Federal, el comisario general Enrique Capdevila. También ya estaban designados los comisarios inspectores que tienen a cargo las ocho circunscripciones en las que están divididas las 53 seccionales porteñas.
En las próximas horas se dará a conocer una segunda parte de la purga. El ministerio y la jefatura analizan las designaciones de policías que secundarán a los nuevos comisarios de las 53 seccionales. El pronóstico, en este caso, también es de muchos cambios.

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